Garicano y las pastelerías de entonces. Capítulo 2
El domingo para un niño del San Sebastián de 1961 era un día muy especial, el único en toda la semana para disfrutar de la vida de barrio, de los juegos y luchas con grupos de amigos y bandas de enemigos, olvidado de la disciplina machacona y constante del colegio. En aquel tiempo, la jornada escolar comenzaba a las nueve de la mañana y terminaba a las siete de la tarde, de lunes a sábado, …