Cuarto y reválida
Don Angel, el Pingüino, no defraudó las expectativas despertadas el primer día de clase. Fue un profesor irrepetible, el más extravagante, el más caricaturesco y caricaturizado, el más exigente. Caer en su clase suponía una experiencia de las que marcan para el resto de la vida. Sus primeros alumnos, los de segundo de bachiller promoción de 1954, nunca lo olvidaron.
Vivían el colegio con una intensidad como nunca hubieran podido imaginar, con una tensión …