Inestabilidad de hombro
Hay pacientes que infunden temor. Ves a una señora entrada en kilos y años, con cara de sufrir pero muy resuelta, que entra en la consulta con paso firme, como dominando, seguida de un marido delgadito que actúa como porteador de una tonelada de radiografías y… ¡ya está!, conoces la primera frase con pequeñas variantes antes de que abra la boca: «Doctor, no sabe lo que sufro -y no soy de las que se quejan- con este …